Wittgenstein basa su tesis
filosófica en la idea de juego de lenguaje, es decir, cada lenguaje es como un
juego, tiene sus reglas, y jugar implica estar de acuerdo con esas reglas. Hay
numerosos juegos de lenguaje distintos, pero por lenguaje no entendemos solo a
los idiomas, sino al conjunto de reglas que utilizamos para entender el mundo.
En cada situación los hablantes utilizamos reglas diferentes, y solo conociendo
esa situación es posible comprender lo que en ella se expresa, entendiendo por
situación la vida que uno vive.
En cuanto a los desahucios, es un hecho evidente que la sociedad está
dividida en dos bandos (dos juegos de lenguaje distintos). Por un lado se
encuentran los mandatarios (políticos, banqueros, grandes empresarios...), que
son los encargados de tomar las decisiones que marcan el porvenir de un gran
número de personas. Por otro lado, se encuentra la gente de a pie, aquellas
personas a las que afectan dichas decisiones. Es
obvio que la sociedad al estar dividida en dos bandos, cada una de las partes
poseerá sus propias reglas. Sin embargo,
que una parte se manifieste y muestre su descontento en forma de
manifestaciones, implica el desacuerdo con las reglas de la otra facción. Esto
es debido a las distintas concepciones que tenemos de entender el mundo.
Mientras unos entienden por su
conjunto de reglas la posibilidad de enriquecerse, más preocupados en mantener
sus privilegios que en resolver los graves problemas del país, la única
preocupación de la otra parte es la propia “supervivencia”.
Es cuanto menos irónico, que la
gente con altos cargos, y sus correspondientes salarios altos, sean las
personas que tomen las decisiones que van a determinar el futuro de aquellos
cuyo poder adquisitivo es el justo para sobrevivir. La capacidad de empatía que
veo en esta relación es casi nula, ya que la primera parte nunca podrá comprender
las verdaderas necesidades de la segunda porque no conocen esa situación, entendiendo por situación la vida que uno
vive.
Poniendo un ejemplo, cabe
destacar el siguiente.
Desde que ha empezado la crisis
el Gobierno lleva inyectado 52.500 millones de euros en los bancos. 52.500 millones
de euros que son provocados por la mala gestión de los mismos. Es como si a un
niño que está jugando con su pelota y por fruto de su imprudencia la pierde,
vas rápidamente y le compras otra hasta que pare de llorar. ¿Aprenderá ese niño
a cuidar su pelota cuando sabe que en caso de que la pierda, siempre podrá contar
con la ayuda de sus padres? Esperemos que sí.
¿De verdad alguien piensa que pueden ponerse los banqueros y
los políticos en nuestro lugar cuando al director del Santander van a pagarle
una pensión de 88 millones de euros?. Desde luego en cuanto a pensiones se refiere existe una gran diferencia.
Pero lo que realmente nos parece
inmoral a individuoycomunidad es que las cajas que han sido rescatadas
con DINERO PUBLICO se estén atreviendo a realizar desahucios.
Sin ninguna duda esto es provocado por la diferencia de vida
de un banquero y de un ciudadano de a pie. Sin duda esto es provocado por 2
juegos de lenguaje distintos.
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